Nuestras mascotas son parte de nuestra familia. Lamentamos nuestra pérdida y queremos asegurarnos de crear un monumento adecuado para este ser querido que murió. Incinerar a la mascota y guardar sus cenizas, es una forma de mantenerlos en nuestros recuerdos para siempre.

En un crematorio, encontrarás lo mismo que en uno para humanos. Por lo general, tiene un ambiente con un personal que te mostrará respeto y simpatía. Se pueden realizar arreglos previos, es probable que se reúna con un miembro del personal en una oficina u otra área para tomar todas las decisiones necesarias.

El tiempo para completar depende del tamaño de su animal. Por ejemplo, un gato o un perro pequeño suele tardar menos solo unas horas. El intenso calor vaporiza la materia orgánica y la reduce a cenizas y huesos.

Si tiene que sacrificar a su mascota y decide que la incineren, su veterinario hará los arreglos necesarios para que su mascota sea trasladada al crematorio. Hay algunos veterinarios que cuentan con este servicio.

Lo que hagas con las cenizas de tu mascota depende de ti, es posible que desees tenerlas en casa, convertirlas en joyas o esparcirlas. También puede optar por agregarlos al lugar conmemorativo especial para ti y tu familia, o tal vez también para tu mascota en vida.

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